viernes, 9 de enero de 2009

7) Larraona. Historia. Siglo XIV. Apeo de Lóquiz.



Larraona. Vista del monte de Lóquiz desde la cornisa de la
sierra de Limitaciones.
(Foto de Jesús Díaz).

LARRAONA. ALGUNOS DATOS HISTORICOS DOCUMENTADOS DEL SIGLO XIV. APEO DE LOQUIZ (1) .

Como muestra de los actos de bandidaje y latrocinio que en esa época se perpetran en los pueblos y montes de Las Améscoas, en 1321 es apresado Rodrigo de Araya y su banda de ladrones que robaban ganado en Val de Lana y Larraona, siendo ajusticiados algunos. En 1337 es apresado en Larraona Yenego Periz de Çudayre, ladrón manifiesto que es trasladado a Estella y ahorcado. En 1349 son apresados Ferrando de Larraona y sus compañeros, reclamados como malhechores, siete en total, de los cuales cuatro son también ahorcados.

En 1348 llega la peste bubónica, o peste negra, a la merindad de Estella falleciendo tres cuartas partes de su población. Esta peste provocó la muerte y la desolación en toda Europa.

De 1350 es el “Libro de Monedaje” de Tierras de Estella, dos años posterior a la epidemia de peste bubónica que afectó a toda Europa. En ese año se cita por primera vez en Aranarache el apellido Larramendi, tan frecuente en Larraona en su forma compuesta de Ruiz de Larramendi, surgida a mediados del siglo XVI. El escudo de la casa troncal de los Larramendi originario de Larraona pudo ser campo de azur con tres bandas de oro como señala Balbino García de Albizu
[2], similar al de los Baquedano.

En el año 1356 el rey Carlos II “El Malo” ordena realizar el conocido como “Apeo de Lóquiz”, cuyo resultado es la sentencia de la Corte Real de Navarra, emitida el 4 de marzo de 1357 en Pamplona, en la que se describe y amojonan los terrenos particulares de cada uno de los pueblos de las denominadas “Cinco Comarcas” que bordean el monte de Lóquiz
[3], así como el terreno común o mancomunidad de dichos pueblos, lo que ahora se conoce como “Parzonería de la sierra de Santiago de Lóquiz”. Las Cinco Comarcas mencionadas se corresponden con los actuales valles de Lana, Ega, Allín, Améscoa Baja y Améscoa Alta y según se deduce de la delimitación de Larraona la frontera entre Alava y Navarra tenía el mismo trazado que muestra en la actualidad. La copia más antigua de este documento escrita en letra gótica sobre pergamino se conserva en el Archivo municipal de Améscoa Baja en Zudaire. Es un pergamino enrollado bastante deteriorado de 161 cms de largo por 65 cms. de ancho. Además de los terrenos propios de cada pueblo y los pertenecientes a la mancomunidad de las Cinco Comarcas se definen algunas facerías o comunidades de usufructo de términos linderos de dos pueblos (por ejemplo la facería de Larraona y Aranarache).

Esta sentencia constituye el título de propiedad, por derecho de “ocupación” o “primi capientis” y por costumbre hecha ley, que los veinticinco pueblos comarcanos poseen del monte de Lóquiz. Para dar sentencia el comisionado real Don Gil de Yáñiz se fundó en “información e buena verdad de hombres buenos e ancianos de las dichas comarcas….e foranos…”. Esta sentencia determina también que una junta administrativa compuesta por dos representantes de cada una de las cinco comarcas administrará los bienes de la comunidad y ordenará el usufructo del monte. Es la junta que posteriormente se conocerá como “Junta de los Dieces de Santiago de Lóquiz”.

La ermita de Lóquiz situada en la culminación del puerto de Ganuza, y ya citada en el Apeo, cuya advocación hasta 1630 fue la del santo catalán san Cucufat o Cucufate y a partir de esa fecha la del apóstol Santiago, fue la sede y casa social de la Junta de Dieces. El 29 de septiembre de cada año, día de San Miguel Arcángel, los diez representantes de los veinticinco pueblos, cuyo mandato duraba un año, celebraban la Junta anual en dicha ermita. En el siglo XVII comenzaron a celebrarse tres juntas, la citada de San Miguel, la de San Simón y San Judas (28 de octubre) y la de Santiago apóstol (25 de julio), siendo esta última la que adquirió más importancia hasta el extremo de denominar al monte “Sierra de Santiago de Lóquiz” y al territorio de la mancomunidad, “lo del Santo”. Esta circunstancia, que parecía traslucir que se trataba de una propieda eclesiástica, estuvo a punto de costar la propiedad del monte a la comunidad de las Cinco Comarcas en las desamortizaciones de la segunda mitad del siglo XIX.

En 1366 se realiza un “Libro de Fuegos de todo el Reino” que informa de la existencia de 102 fuegos para ambas Améscoas, repartidos a partes iguales. Supone aproximadamente una población total en torno a 500 habitantes.

El 1 de diciembre de 1377 Sancho Remíriz de Baquedano recibe, por las pechas (impuestos) de Val de Arana (Améscoa Alta): 73 sueldos, 9 dineros carlines prietos, 14 cahices y 3 robos de trigo, más 14 cahices y 3 robos de cebada.

En 1379 según el Compto de Ramón de Zariquiegui, Recibidor de la ciudad de Estella, había en el actual valle de Améscoa Baja 5 fuegos de Hidalgos y 47 de Labradores. En Améscoa Alta había 8 fuegos de Hidalgos y 32 de Labradores de los cuales 2 fuegos de Hidalgos y 16 de Labradores correspondían a Larraona.

En 1389 un amescoano, Martín Périz de Eulate, natural de Eulate y residente en Estella, es nombrado Mazonero Mayor del Reino, (equivalente a ministro de Obras Públicas o de Fomento). En 1399 se inician bajo su dirección las obras de construcción del Palacio de Olite, que durarán hasta 1414.





[1] Los datos documentales archivísticos han sido tomados básicamente de los trabajos de investigación de Luciano Lapuente y Balbino García de Albizu.

LAPUENTE MARTINEZ, Luciano, Las Améscoas. (Estudio histórico-etnográfico), 1990. (Resumen de sus trabajos de investigación anteriores).

GARCIA DE ALBIZU JIMENEZ, Balbino, “Mil años de noticias amescoanas”, noticias documentales reflejadas cronológicamente en el calendario “Améscoa mil años de historia, 1007-2007, con ocasión de la celebración del milenario del valle de Améscoa. 2007.

GARCIA DE ALBIZU, Balbino y JIMENO, Roldán, Conociendo el pasado, Gráficas Lizarra, S.L., Estella, 2007.

GARCIA DE ALBIZU, Balbino, Página Web de Améscoa: http://www.amescoa.com/. Apartado "Efemérides" .

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(2) GARCIA DE ALBIZU, Balbino y JIMENO, Roldán, Conociendo el pasado, Gráficas Lizarra, S.L., Estella, 2007, pp.93-100, en las que el autor hace referencia al apellido Ruiz de Larramendi, dentro de la segunda parte de la obra titulada "Apellidos amescoanos de la Edad Moderna (1500-1800)".

[3] Como señala Luciano Lapuente no todos los pueblos de los valles de las Cinco Comarcas forman parte de la mancomunidad de Lóquiz, como ocurre en los valles de Ega y Allín.

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